viernes, 1 de diciembre de 2017

INSTINTO ANIMAL

Tras estas paredes se esconde un mundo paralelo al mío. Un mundo que desconozco. Es otra realidad. Dentro de estos muros está mi vida. Claire mi cuidadora favorita, mi recinto en el que he crecido y me he criado, Mike mi veterinario, al que visito cada mes. Mi nombre es fantasma y este es mi hogar, el Zoo de Central Park, en Nueva York.
Hoy me toca visitar a Mike,y mientras Claire me está sujetando les oigo hablar. No les entiendo por el adormecimiento de la anestesia, pero parecen preocupados. Están emitiendo las noticias en la televisión de Mike, y están saliendo imágenes de muchos zoos del mundo. Empiezan a venirme recuerdos de cómo fueron desapareciendo poco a poco los espectáculos de delfines en mi zoo. Cómo poco a poco algunos zoos más pequeños fueron cerrando a mi alrededor. Central Park es uno de los más grande e importantes del mundo pero poco a poco se iba desmoronando. Cuidadores que se iban y no volvían, animales que nunca podría volver a saludar y camiones llenos de cajas que paraban constantemente en frente del zoo.
Mi sesión mensual con Mike ha terminado y hoy no parece un día normal en el zoo. Claire me habla sobre los acontecimientos con voz muy triste.
Lo siento mucho fantasma, pero creo que esto se ha acabado. - Claire siempre me habla como si no la entendiese - Miles de zoos han cerrado ya sus puertas al público, y este es de los últimos supervivientes. Hoy mismo se ha aprobado la ley. La que nos temíamos, fantasma. La que estábamos esperando, aunque parecía que nunca iba a llegar. Pero aquí está Fantasma. Van a cerrarse todos los zoos ya no de Nueva York sino casi de todo el mundo. Eso significa que tendrán que trasladarte a tu casa y yo no voy a poder hacer nada.
No entiendo bien lo que ocurre ¿Volver a casa? ¿Pero es que no lo entiendes, Claire? Esta es mi casa. El zoo es mi casa. eres mi cuidadora y aquí están, o estaban, todos mis amigos. ¿Y me dices que tengo que irme a casa?
Intento
hablar, gruñir, rugir, ronronear algo. Pero es como si Claire no me oyese, como si no entendiese lo que le digo.

Tranquilo Fantasma ya llegamos.
Pero hemos llegado. Ese no es mi recinto. Un montón de hombres desconocidos me agarran y atan con la ayuda de Claire. Me meten en una caja y por mucho que me mueva no consigo soltarme. Aparece un hombre vestido como Mike, mi médico y me lanza una especie de dardo. De pronto noto como me adormezco y me desplomo sobre mis patas delanteras y traseras.
Abro los ojos pero todo está oscuro. Una ranura de luz clara me quema en los ojos. Los abro e intento mover el cuerpo para apartarme. Mi cuerpo va respondiendo poco a poco a las órdenes que le da mi cerebro. Consigo mover un poco la cabeza, lo suficiente como para que La Luz no me ciegue. Me siento pesado y cansado. Mi mente quiere gritar, pero me siento atrapado. Comprendo que es inútil y decido esperar a que la caja en la que estoy metido se abra y pueda volver al zoo.
Vuelvo a despertarme debido a un fuerte golpe. Un gran traqueteo que se ha vuelto constante no me deja pensar. No recuerdo cuando me he dormido sólo que he despertado.

La caja está empezando a abrirse y vuelvo a notar un frío muy intenso, reconfortante. Un frío tan helado como el de mi recinto en el zoo. Quizá más agradable. Salgo de la caja y hecho a correr ¿Me habrán cambiado el recinto? ¿Lo habrán ampliado? Sí, seguro que es eso. Ahora aparecerá Claire y me dará de comer. Los hombres de la caja se han esfumado no hay ni rastro de ellos, lo cual no me importa, fueron muy bruscos conmigo, no me caen bien.
Llevo horas esperando y Claire no aparece. Pero cierta parte de sabe que no va a volver. Cada vez que cierro los ojos me vienen extraños recuerdos. Como si me metiesen en una caja pero no desde el zoo, sino desde este recinto tan grande y extraño en el que me encuentro. Noto mis instintos mucho más fuertes que en el zoo. Oigo con mucha más agudeza y de repente me dan ganas de correr. Salgo disparado y siento el viento en mi pelaje. Diviso al fondo un pequeño grupo de focas. Me recuerdan a mi vecino de recinto, Marlin. Una foca leopardo. Si estuviese en mi recinto les saludaría, pero no estoy allí, ese no es Marlin, y aquel cachorro de foca tiene muy buena pinta. Salgo corriendo y por un momento mi mente deja de pensar. Y de repente me veo devorando un cadáver de foca en un lugar apartado. Por un momento me horrorizo, pero mi instinto vuelve a apoderarse de mi. Dejo de pensar, mi mente está como bloqueada. He salido del zoo, este no es mi recinto y Claire no va a venir a darme de comer. 
SOFÍA MORÁN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Digesta-01

-“Capitán Brown, diríjase inmediatamente a la Nave Disgesta-01” “Repito, capitán Brown, diríjase...” Ahí estaba, la voz de Claire, la chi...